miércoles, 31 de agosto de 2011

Ráfagas desde Teruel (1)

Cuando escucho el canto del gallo me levanto. Sí, si… hay un gallo en un corral al lado de casa.


Al abrir la ventana de mi habitación, el olor a espliego me conduce a otra edad.

La casa está vacía. No tiene vida. Todo ocurre fuera de aquí.

He entrado al Mercadona y, por un momento, he soñado que estaba en la tienda de mi barrio (qué cosa… esto es globalización).

Al lavarme la cara, con los ojos cerrados, he alargado la mano derecha para alcanzar la toalla…. Eror…. En mi casa de Teruel la toalla está a la izquierda.

En casa no tengo cobertura…

Mi casero, aunque se ha comprometido a alquilarme su router por el módico precio de diez euros al mes, no sólo lo enciende cuando le viene bien, sino que esconde la red de manera que mi ordenador no la detecta… Escribo esto pensando que cuando llegue el fin de semana podré conectarme…

El resto del mundo sigue con su rutina…

Me separo de P. Sólo lo veré cada quince días… Me duele.

Tengo trabajo… ¡Ah! Eso es un consuelo, me dicen.

Claro, digo yo…. Trabajo para P. Sin embargo, eso mismo hace que no pueda estar con él.

Para algunos es siempre fácil…

Otros…

7 comentarios:

  1. La vida del otro es fácil; la mía apenas llevadera. Saludos.

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  2. Teruel "casi" no existe, digan lo que digan; aunque haberlo, haylo

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  3. Deseo te vaya muy bien por tu nueva ciudad.
    Un abrazo

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  4. Toda la suerte del mundo en este cambio. Besos.

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  5. Un abrazo desde SevillaUn abrazo desde Sevilla

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  6. Es cierto, Francisco Espada... La vida de los otros siempre es más fácil.
    J. gracias a vuestro apoyo... todo se lleva mejor.
    Celebrador... gracias a que Teruel existe puedo volver a pagar mis facturas.
    Amam, gracias por tus buenos deseos.
    Mima... los cambios a veces son muy pero que muy positivos.
    Francisco, mañana pasaré por tu ciudad. De camino hacia Huelva haré una parada técnica. Recordaré ese abrazo cuando ande por tierras andaluzas.

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