Es un tiempo duro. De mucho trabajo y pocas satisfacciones. Sólo algunos ratos de risa rompen la monotonía de los días. Lo mejor, esta tarde. El compañero y amigo con el que comparto nervios, trabajo, preocupaciones y leves momentos de asueto, ha hecho que la sonrisa que hoy pintaba en mi rostro pasara a convertirse en carcajadas. “Tu y yo somos los peces barrefondos (ancistrus) de la pecera”, me ha dicho.
Y no le falta razón. Nadie se percata de su presencia, son poco vistosos (incluso feos, diría yo, algunas veces), no aletean alegremente en la pecera, no llaman la atención con sus vivos colores, no molestan al resto de congéneres… Pero son indispensables.
Sin ellos, la pecera poco a poco se convierte en un habitáculo incómodo, lleno de restos y desechos inservibles. Los barredores son los que pulen el cristal, las rocas ornamentales, las plantas que oxigenan el agua.
Si, hijo, si: somos un par de peces barrefondos.
La foto, aquí.
Pues igual sí que eres un ancistrus, pero adolescente, porque tienes muchísimo acné. ;-)
ResponderEliminarSiempre habrá en ti un halo que endulza y enamora.
ResponderEliminarBesitos para tu alma.
PD:Has sido premiada en IMAGINARIA
Anda, anda...
ResponderEliminar¡Guapa!
Muy bueno, nunca se me habría ocurrido esa comparación cuando en el trabajo había mucho que hacer y muy pocas satisfacciones, jaja, creo que todos somos en algún momento un poco ancistrus.
ResponderEliminarBuen fin de semana
Como soy un poco egocéntrica... me quedo sólo con lo bueno. Nada de acné, Carlos. Ya se me pasó la edad. Gracias, Gerardo. Espero que algo de ese halo te llegue también a ti. Gracias por el piropo Luisa. Aunque ya sabes que me siento un poco barrefondos. Muchas gracias, Leo.Ha sido bueno de verdad
ResponderEliminar