Se lo cojo prestado a Fernando Sarria, que sé que no se enfada.
Reuniste los restos de la lluvia,
esas gotas que todavía humedecían tus manos.
Afuera siguió la tormenta
y los pinos dejaban el aroma desnudo del bosque
en la noche de verano.
Me veías reflejado entre las sombras
y buscabas con tu boca en mis labios más respuestas,
cincelando con tus dedos
un viaje en mi pecho,
un descanso febril de los sentidos.
Nadie sabrá nunca que cerca sentí
eso que llaman a veces felicidad.
La felicidad como el dolor se trata de un segundo...chip ...chop...
ResponderEliminarUn beso
Felicidad, que bonita palabra, claro que en ocasiones es muy difícil conseguirla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para otros, la felicidad, no existe, solo, existe una sumatoria de momentos que se pueden llamar felices, y que gracias a Dios tenemos memoria selectiva y solo nos acordamos de lo que nos interesa...gracias por pasar por el blog...un beso..
ResponderEliminarFelicidad es vivir sin miedo también.
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