Sentí
una vez un gran amor.
Un amor
de instantes felices, noches de insomnio, días, semanas y meses de espera,
llamadas a cualquier hora, dudas, lágrimas… Sobre todo, un amor plagado de
ausencias.
Sentí
una vez …
A veces
creo que sólo fue un sueño.
Quiso
ser ladrón de recuerdos. Pero cada instante, cada beso, fueron brasa
alimentando la llama.
De este
amor surgieron mis mejores palabras. Los mejores poemas.
Como
casi todos los grandes amores, fue un amor imposible. Del principio al final.
Pues benditas palabras y benditos poemas...Y ojalá otro amor y no solo el recuerdo del que una vez tuviste haya traído ahora estas otras palabras que ya echábamos de menos.
ResponderEliminar¡Precioso!
Con demasiada frecuencia, el amor nos maltrata y nos muestra caminos que no son los nuestros, hasta que nos damos de bruces con la horma de nuestro zapato.
ResponderEliminarUn abrazo.