Tu ni
te lo imaginas, pero
si te
alejas un momento...
me
inunda el hielo.
Ese manto
de escarcha que protege
el
corazón desierto...
cubre
de nuevo el abrigo que guarda tu nombre.
Tu ni
te lo imaginas, pero
si te
alejas un momento...
me
inunda el hielo.
Escarcha
que esconde
el
dolor de la ausencia…
doblega
la lava que enciende mi ego.
¡Qué bonita! Y qué bien que hayan vuelto las letras a tu blog. ¡Besico!
ResponderEliminarTan enternecedor el texto como la imagen. No sé qué fue primero, pero la conjunción es perfecta.
ResponderEliminarUn abrazo