Aquel 19 de noviembre, cuado bajamos de aquel tren, P. tenía tres años.
Siguieron unos días terribles que cambiaron nuestras vidas para siempre.
El sábado, mientras viajábamos contemplando los arrozales de las Cinco Villas,
escuchando esa voz que aún no se ha terminado de hacer sobre canciones de "La Quinta Estación",
quise pensar que tomé la decisión correcta.
Sin duda que sí. Lo correcto es todo aquello que el tiempo te indica que tienes que rectificar, en caso contrario serías infalible y no serías del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Las lamias habitan otros mundos, Francisco, aunque, por supuesto, no somos infalibles ;-)
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