miércoles, 25 de mayo de 2011

De cambios y apestados


Desde hace tres días me he convertido en una apestada para algunos de mis compañeros y conocidos. Los que me llamaban dos y tres veces al día, los que me escribían montones de correos, los que cruzaban pasillos y salones para venir a saludarme ahora se mantienen alejados de mi camino, evitan las llamadas de teléfono y, por supuesto, ya no me escriben.

Dicen que es en las situaciones de crisis cuando realmente conoces a las personas que te rodean. Mi vida laboral acaba de entrar en crisis como consecuencia del deseo de cambio expresado en las urnas por los ciudadanos. Eso me ha permitido comprobar (ya lo intuía hace algún tiempo) la falsedad de muchos de los que me rodeaban. Y al mismo tiempo ratificar el cariño de muchos otros.

Esta misma crisis me ha deparado grandes sorpresas. Una positiva: Aquella que me ha dado quien me quiso una vez, asegurándome que donde yo no llegue, acudirá él. Otra negativa: La que me ha causado aquél a quién yo quise y que me ha dejado huérfana cuando más lo necesitaba. 

Las cosas cambian. Y hay que adaptarse. Las crisis ayudan a colocar las cosas en su sitio. Además, cuando se cierra una puerta, siempre se abre una ventana. 

La foto, aquí

viernes, 20 de mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

Un poema


 LA TUMBA


Estoy muerta.
Y lo estoy desde hace tiempo.
Mis ojos: dos cuencas secas.
Sé que estoy muerta por mis ausencias:
ya no te llamo y casi no escribo.
He dejado de pensarte.
Aunque,
a veces,
a mi pesar,
aún te sueño.
Estoy muerta hace tanto tiempo
que las hojas se amontonan sobre la tumba en que se ha convertido tu recuerdo. 

Lamia

miércoles, 4 de mayo de 2011

Como antídoto.... Luis García Montero

Estoy saturada. Y también escandalizada. Saturada de partidos de fútbol "del siglo". Escandalizada ante lo que, si me lo permitís, voy a denominar como el último "ajusticiamiento" democrático. 


Contra ello, y como antídoto, os recomiendo un poema de Luis García Montero; poeta descubierto gracias al regalo que me hizo mi amiga M. el día en que presenté mi exposición "Cierzo y Haizea". Estoy disfrutando de su antología "Poesía Urbana".

Secreto
Nos pusimos de acuerdo.

Yo esperaba sin prisa por la esquina,
me hacía el despistado,
hablaba con el niño y los borrachos,
encendía un cigarro o compraba el periódico.

Aparenté no verte
llegar casi sin prisa,
arreglarte un momento en el descapotable,
abrir la puerta,
subir hasta el segundo.

Yo despisté al portero de las barbas rojizas,
y allí,
sin los silencios
del joven que se enfrenta,
sin tu arbolado anillo de goleta
que surca el matrimonio,
a pesar de tus pieles y mi piel,
nos pusimos de acuerdo.