jueves, 24 de febrero de 2011

Entre poemas

Estoy desmotivada. ¿Se nota, no? Me cuesta mucho sentarme a escribir. No encuentro temas, no me apetece compartir nada de lo que me ocurre. En realidad, tampoco me ocurre nada. Es sólo el tiempo que pasa. Tempus fugit, decían los latinos. ¡Y cómo fugit! A todo meter. Cuando te das cuenta ha pasado un día, y después una semana, y después un año entero. Y nada vuelve a ser lo mismo. Por el camino vas dejando, como la serpiente que se arrastra en medio de la espesura, diversas capas de piel; cada una de ellas con sus recuerdos, con sus vivencias. Y, antes de que te hayas dado cuenta, todo es pasado.


Es verdad que el día a día requiere de tanta energía que queda poca para la reflexión.

“Aquel poema embriagador” suena en mi ordenador mientras escribo. Un tango que interpreta la orquesta de Francisco Canaro y que me ha, literalmente, enamorado. No soy nada mitómana con la música. Me gustan muchos autores y canciones pero no tengo una preferencia clara o gusto especial por ninguno. Aunque quizá si. Hace unos días participaba como entrevistada en un programa de radio que hacen los alumnos de un taller de radio creativa cuando empezó a sonar de fondo una canción y, ante mi sorpresa, los alumnos me preguntaron qué significaba para mí. Me di cuenta entonces de que esa canción había acompañado muchas de las noches en las que escribía y reescribía poemas. Un tema que en ese momento reflejaba muy bien mi estado de ánimo.

Ahora, en este momento, en este mismo, me gusta “Poema”.

Estoy escribiendo poemas. Reescribiendo y corrigiendo más bien. Preparo una nueva exposición para el mes de marzo.

Aún me resulta extraño hablar de exposición de poemas. Pero, ¿qué es sino exponer, exponerse uno mismo cuando mostramos al mundo aquello que sale de nuestra mano? Y, evidentemente, hay muchas maneras de hacerlo. Yo he querido hacerlo así. Quizá porque si no lo hago así no lo haría de ninguna otra manera. Y está claro que un viaje se inicia con el primer paso. A veces es el más duro de dar. Yo creo, sin embargo, que es más difícil todos los que siguen a ese primero.

Hablaba antes de motivación. Es difícil mantener la tensión, la ilusión, la disciplina necesaria para poner en marcha un proyecto. Y más difícil aún seguir trabajando para que ese proyecto crezca y se desarrolle.

Entre tangos, recuerdos y poemas…. sigo escribiendo. Espero poder compartirlo pronto con vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario