A veces, muy de vez en cuando, tengo la tentación de superar esta tristeza que cada día me pesa más, y que cuando llega noviembre se vuelve una bruma que todo lo envuelve y lo deforma.
También algunas veces tengo la tentación de salir de esta tristeza y sonrío. Y levanto los ojos del suelo. Y la risa trasciende los labios y se refleja en la mirada. No como estos días, que es una mueca estúpida en una cara de cera.
A veces tengo la tentación de salir de la tristeza: y bailo, y estoy con mis amigos, y llamo a mis hermanos, y controlo mis impulsos obsesivos-compulsivos. Y dejo de tomar paracetamol cada mañana. Y no recurro al miolastan para relajarme después de un día odioso. Y guardo los gin tonics para cuando estoy con mi gente. Y dejo de escribir poemas estúpidos. Y cuento historias de otros. Y me olvido de mi misma.
A veces tengo la tentación de salir de la tristeza y coger esos escritos que oculto al mundo para que algunos amigos, buenos amigos, me saquen de esta duda constante que me atenaza y me digan “ánimo, atrévete” o me aconsejen “dedícate a dibujar flores, que se te da mejor”.
Sin embargo, cuando lo intento, cuando tengo la tentación de salir de esa tristeza, me digo a mí misma que no merece la pena. Porque volverá. Siempre regresa. Cuando menos lo espero. Cuando casi atisbo el cielo azul.
Algunas veces tengo la tentación de abandonar el refugio que me proporciona el hayedo. Y salir a campo abierto. Y caminar descalza entre prados y senderos hasta llegar al mar. Y sumergirme en las olas. Y dejar que la espuma embellezca mi piel.
A veces, sólo de vez en cuando, tengo la tentación de vencer esta tristeza.
Fotografía: Malatorre
Adelante, atrevete, no te de miedo. Yo se que es muy dificil tomar la determinación de exponer lo que uno escribe, a mi me pasa lo mismo con algo que tengo en la cabeza desde hace muchos años, pero soy cobarde, no termina de salir a la luz, el otoño hace que me vuelva nostálgica y la nostalgia de un ayer es lo que me envuelve arropandome en este otoño que además, ha venido con un ataque a la vida que nos ha tocado muy directamente y en esa estamos, toda energía es poca para superar el bache y recuperarnos ambos dos. ahora tengo mas miedos que ayer y pienso que si ayer me hubiera decidido, ya estaría hecho y solo tendría que llevar a cuestas el miedo de hoy. Por eso, vuelvo a repetirte, adelante Lamia, atrevete, quizás mañana sea mucho más dificil que hoy.
ResponderEliminarEncantada de volver a leerte y de tenerte de vuelta en mi blog, a ver si ahora, no volvemos a perder el contacto.
Un beso