Joaquín Carbonell entrevista hoy en El Periódico de Aragón a Antonio Aramayona, profesor de filosofía que publica un ensayo titulado “Del amor y otras soledades”. Carbonell titula su entrevista con una cita del librepensador: “No se aprende a amar sino, más bien, a no hacerlo”.
– ¿Hay que estar enamorado para saber del amor?
– ¿Hay que estar acatarrado para saber del catarro?
– ¿Hay que escribir sobre el amor porque no acabamos de aprender a amar?
– No creo que, por ejemplo, Mann, Shakespeare, Neruda o Lessing tuvieran principalmente ese motivo para escribir sobre el amor. No se aprende a amar sino que más bien aprendemos con el tiempo a no amar o a no amar verdadera e incondicionalmente.
– (….)
– No le gusta nada la expresión hacer el amor.
– Podemos hacer miles de cosas pero jamás el amor. Yo hago un barquito de madera con cerillas o mondadientes, hago el ridículo, hago la comida… Sin embargo, no puedo hacer el amor, pues es el amor el que me hace, me construye me modela.
– (…)
– Una receta para amar.
– No hay recetas para amar. Solo quiero decir algo que debería constituir un axioma para todos: el amor sólo es posible desde el respeto incondicional por la libertad y la autonomía plena de la persona amada.
Podría parecer pretencioso por mi parte asegurar que comparto muchas de las aseveraciones de Aramayona. Pero es así. Me ha parecido especialmente reveladora la frase en la que asegura que el amor es el que me hace, me construye, me modela.
Tal y como dice el texto sagrado, “si no tengo amor, no soy nada”.
Si yo tambien me he fijado en esa frase
ResponderEliminarUn saludo
pues no os perdais esta lágrima furtiva producida por L'elisir D'amore de Donizetti:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=DIWOQveFRYM
Gracias por venir, Azul.
ResponderEliminarCarlos, siempre ha sido una de mis favoritas.
Buenisimo texto que deja fluir la reflexción en bonitas gotas de frases bien logradas.
ResponderEliminarBesitos para tu alma.
Muchas gracias. La verdad es que el texto tiene mucha miga.
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