A veces siento que el hayedo me envuelve, y me hago planta, y habito sobre otras, como un parásito. Siempre ocurre cuando el sol aprieta, cuando la tierra se reseca y se convierte en desierto. Cuando las palabras no ascienden por una garganta seca y el silencio se extiende como una mancha de aceite y lo impregna todo. Cuando la nada gana el espacio que antes ocupó la luz.
Entonces, cuando me fundo con el resto de los seres del bosque y dormito esperando ese rocío que se filtra formando un arroyo, y luego un río, una corriente jalonada de rocas sobre las que Lamia espera... Entonces, cuando recorro otros bosques y otros sitios, parajes donde el sol luce más cálido, donde el agua corre fresca... Entonces, traigo desde esos lugares trozos de otras vidas.
El autor del poema que reproduzco es Miguel Ángel Yusta. Se lo he pedido prestado y lo recito mientras espero a que el agua y la luz regresen al hayedo.
Cada mañana derramas miradas sobre mi piel.
Es como lluvia que devuelve la vida a mis sentidos
aletargados en la oscuridad de la noche.
Si no estuvieras ahí, te inventaría
como un ángel tendido en el lecho sagrado
donde se funden esperanzas y deseos.
O como un árbol frondoso que cobijase mi soledad
y llenara de sombras de olvido el pasado.
Abro los ojos para llenarlos de luz de los tuyos.
Al instante, los cierro para abrazarte
y contemplar tu alma resplandeciente de amor...
No lo conocía y ha sido muy bonito hacerlo...esa frase de Si no estuvieras ahí te inventaría como un angel....es preciosa
ResponderEliminarBesos Lamia y gracias
Cuántas cosas bonitas han sido capaces de decir otros, captando nuestros sentimientos y nuestras sensacionies.... cuántas veces yo también me siento parásito usando una y otra vez canciones y poemas para hacerlos tan míos que parece que no han sido de otros... precioso el poema y qué decir de Maná!!1
ResponderEliminarbuena mañana, princesa
Si no estuvieras ahí, te inventaría¿Verdad que sí?
ResponderEliminar:)
Parece mentira que con lo poco que nos entendemos los humanos, a veces, seamos capaces de estremecernos ante las mismas cosas. Un abrazo
ResponderEliminarYo sin embargo, te animaría a salir del bosque, a bajar al cauce del río y a navegar sobre sus aguas, ora turbulentas, ora mansas. El sol daría de lleno sobre tu piel mojada por las salpicaduras del torbellino, tu pelo volaría libremente pero firmemente unido a tí para embellecer tu rostro. Y tu alma en pleno, vibraría ante la perspectiva de descubrir un recodo donde el silencio te llenaría de alegría en lugar de atenazarte la garganta y gritarías a pleno pulmón: ¡Aquí estoy, mundo!. Mírame tal como soy. :(
ResponderEliminarGracias a todos por vuestras visitas y vuestras palabras.
ResponderEliminarQuerida amiga Lamia...
ResponderEliminarMucho tiempo sin atender mis blogs, me aparta el trabajo, pero siempre estan los amigos en el pensamiento.
De regreso vengo a darte un fuerte abrazo y mis mejores deseos.
bss
Gracias por tu visita, supermamá. Un beso también para ti. Y espero que el trabajo te deje pronto más tiempo para compartirlo con nosotros.
ResponderEliminar