miércoles, 8 de abril de 2009

Me gusta

A veces me obligo a recordar que hay cosas que me gustan, y a escribirlas y a ponerlas en práctica. A veces, cuando ese viejo dolor despierta y me sorprende porque ya no lo espero y me ataca a traición, me obligo a pensar en todo aquello que me gusta, que me hace feliz.


Me gustan las mañanas de domingo, cuando la primavera asoma y paseo junto al río. Y escucho el rumor del agua que raspa los pilones sobre las que se asienta el puente.
Me gustan las tardes de domingo, llenas de Chopin y lectura, cuando la lluvia y el frío me espían desde el otro lado del cristal tratando de captar mi atención.
Me gusta despertar a mi hijo y llenarlo de besos y acariciarlo y cantarle estrofas imposibles con letras inventadas que, antes incluso de abrir los ojos, le hacen reír
Me gusta hacer regalos. Pensarlos, buscarlos, contener la respiración esperando la reacción de quien lo recibe y sonreír sin reservas cuando compruebo que he acertado.
Me gustan las exposiciones, los conciertos, el cine, la pintura, bailar, ir de excursión, caminar sola y sin rumbo fijo inmersa en mis pensamientos.
Me gusta Maureen O´Hara en “Un hombre tranquilo”, porque es valiente, fuerte, leal, independiente, bella….
Me gusta estar con mis amigos. Me gusta mimarlos, escucharlos, acariciarlos, besarlos. Llamarlos cuando menos se lo esperan. Escribir cosas que no me han pedido y que necesitan. Contarles anécdotas imposibles de un trabajo que les queda tan lejos como a mí la Luna.
Me gusta que me quieran, que me mimen, que se acuerden de mi, que compren velas el día de mi cumpleaños (casi nunca lo hacen y me encanta), que recuerden cuáles son las flores que me gustan, que sepan que prefiero una “Coronita” a cualquier otra cerveza. Que me llamen. Que intuyan cuándo los necesito. Que rían conmigo. Y sentirlos a mi lado cuando parece que voy a llorar.
Me gusta escribir poemas.
Me gusta escribir relatos.
Me gusta escribir cartas.
Me gusta escribir historias.
Me gusta escribir….. Me gusta escribir.
Me gusta leer en voz alta. Y escucharme. Y ver que mi voz no cambia. O que cambia. Pero lo hace acompasada a mi evolución. Y descubro que también me gusta.
Me gusta la Semana Santa. Los paseos por las iglesias, el olor a incienso, las procesiones, el redoble de los tambores, la cera derretida sobre los adoquines del Casco Viejo, la reflexión, el arrepentimiento, el perdón...
Me gustan las tardes de Pamplona con mi madre, hablando o no hablando, leyendo o sin leer, viendo la tele… una al lado de la otra.
Me gustan las cenas en casa de mis hermanos: revuelto de perretxikos, chorizo a la sidra, tortilla de patata... Algo dulce de postre. Licor de chinos, patxarán o gin tonic… o todo junto. Y las niñas pasando por detrás de mi silla y abrazándome.
Me gustan las conversaciones con mi hermano en la cocina. Uno en frente del otro. Con la ventana abierta para que escape el humo de su sempiterno cigarrillo.
Me gustan los viajes con mi amiga-hermana. Las conversaciones eternas. Los silencios sin necesidad de explicaciones. Las risas tontas. Las confidencias. Su comprensión.
Me gusta mi trabajo. Las llamadas de última hora que hacen que la adrenalina fluya por mis venas permitiéndome escribir páginas imposibles en tiempos inauditos. Los viajes, las tardes previas a días de fiesta casi sin llamadas, sin gente, con tiempo para cafés y charlas.
Me gusta asomarme a la ventana de la casa de mi madre y ver el paisaje de mi niñez. Esos montes que no cambian. Recordar que vuelvo a ellos buscando mis hayas. Que es allí dónde disfruté de los años más felices.
Me gusta el mar. Sentarme en la playa y contemplar el vaivén de las olas. Ese horizonte infinito en que los distintos azules se funden en una línea imprecisa. El tacto de la arena entre los dedos. El sol calentando la piel. Las lecturas bajo la sombrilla tras las gafas de sol. El calor. El calor. El calor.
Me gustan los viajes a Donosti. Parando en Pagozelai a tomar un bocata, sea la hora que sea. Y los pintxos del Casco Viejo. Y los paseos por el puerto hasta el acuario, con el monte a las espaldas y mirando a Santa Clara.
Me gustan los vermús de domingo en L. A. con M. e Y. hablando de hombres y de cine.
Me gustan las comidas con mi querida Capycua, nuestras confidencias y las tardes en las que todo nos da igual y nos tomamos un gin tonic antes de volver al trabajo.
Me gusta soñar despierta recreando historias que no llegan, imaginando escenarios posibles, anticipando situaciones deseadas. Me gusta soñar despierta y pensar que puede suceder.
Me gusta amar profundamente.
Y me gustan los besos. Especialmente esos besos dulces que se inician en la comisura de los labios, los acarician, y despacito, sigilosamente, penetran en mi interior calentándome el alma.

Hay tantas cosas que me gustan… También La Oreja de Van Gogh.

10 comentarios:

  1. Me gusta conocer las cosas que te gustan. De hecho, descubro que me gustan muchas de esas cosas y que otras me están enseñando a que me gusten. De hecho, nunca había pensado tanto en los hayedos, por ejemplo. Y sobre todo, me gusta descubrir darme cuenta que me gusta compartir tantas cosas contigo, a tu lado, e incluso al otro lado del telefóno. Y me gusta reconocer que a tu lado reconozco cosas que me gustan y quizá nunca había reparado tanto en ellas. Me gusta leer, y descubrir que puedo escribir lo que pienso libre de pudores y de miedos... Me gusta la vida que vivo y la que comparto con los que me gustan... gracias por ser una parte tan importante que me ayuda a sentir más cosas y a volver a sentir el sentido de tantas cosas que sólo cuando compartes asumes y aprendes como parte de una misma... y ... me gustan los gintonics, los que ya he tomado y muchos más que siento que están por venir. GRACIAAAAASSSSSS

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  2. Sabes que te quiero un montón, ¿verdad?

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  3. Y a mí me gusta tener tu amistad...
    Muchos besos.

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  4. ¡¡¡¡¡Peazo de lista, suertuda!!!!

    ;-)


    Salu2 Córneos.

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  5. Muchas gracias, Miguel Ángel. Y besos también.

    Javier, la verdad es que la he vuelto a revisar y me he dejado muchas cosas. Sí que soy suertuda, sí.

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  6. Te gusta escribir, pero además lo haces muy bien, muy bonito.
    Desde este momento te leeré, a mi también me gusta la O´Hara en el hombre tranquilo.

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  7. Muchas gracias, Paquita. Bienvenida a mi casa. Me encantará que vuelvas.

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  8. Jo ....desperté al terminar tu escrito ...pensé casi que me habias leido el pensamiento...

    Son tan hermosas las cosas que te gustan ...

    A mi tambien me gustan,pisar las hojas del otoño vistiendo mis recuerdos y oler la hierba mojada...

    Me gusta...me gusta haberte leido en esta tarde de sabado santo con un cielo nublado ...

    Me gusta ...

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  9. Que manera tan linda de contar las cosas que nos gustan; digo nos gustan porque el noventa por ciento de ellas me son comunes

    Aquí estoy leyéndote después de una larga ausencia.
    Con mis mejores deseos, dejo FLORES PARA TI.
    Y desde Imaginaria
    Hoy, mañana y siempre
    BESOS PARA TU ALMA

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  10. Azul eres muy generosa conmigo. Aunque me has dado un susto de muerte cuando me has dicho que te habías despertado al final del escrito. He pensado que te había aburrido.

    Gerardo, espero que esa larga ausencia no haya sido por nada malo y que, sin embargo, te permita se ahora muy productivo. A veces viene bien el descanso para volver con más fuerza.
    Y muchas gracias por las flores. Me ha traido muy buens recuerdos.

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